1. Esperar demasiado tiempo para la siesta
Aquí es donde aparece el tan temido segundo aire, por ahí tenemos un post del tema pero en resumen: Si esperamos demasiado tiempo para iniciar su siesta, o llevarlos a dormir por la noche sobrepasamos su ventada de sueño (el tiempo óptimo que nuestros pequeños aguantan despiertos según edad): empiezan a agotarse y sus niveles de cortisol ( aparecen como estrés y ansiedad) empiezan a elevarse; haciendo más difícil conciliar el sueño de manera independiente.
¿Qué sucede después? Les cuesta ene quedarse dormidos, batallas interminables y sobre todo niños agotados con sueños de mala calidad.
2. No ser consistentes en la rutina de noche
La rutina de noche es BÁSICA, es uno de los secretos favoritos de Empijamados.
Tener una rutina de noche consistente cada uno de los días ayuda a crear HÁBITOS, y los hábitos son estas pequeñas cosas que hacemos en automático, es decir no le ponemos mucha cabeza mientras lo hacemos. Como resultado, nuestros hijos sabrán a la perfección que sucederá después del baño, su cerebro entra en modo zen, sus niveles de ansiedad bajan y lograrán conciliar el sueño mucho más fácil.
3.Responder a TODOS los sonidos, ruidos o quejidos durante la noche
¿Te has dado cuenta que tu pareja hace sonidos mientras duerme, y muchas de estas veces no se da cuenta? Pues lo mismo pasa con los pequeños del hogar, ellos no se dan cuenta de sus sonidos, pero nosotras mamás con oídos al 400% sí.
Si nosotros intervenimos, los tocamos, entramos a su habitación o cualquier estimulo los podemos despertar sin quererlo.
De ahora en adelante, las invito a incorporar “LA PAUSA” algo muy común en la maternidad francesa según el libro “ Cómo ser una mama Croissant”.
La Pausa es: Esperar de 3 a 5 minutos sin hacer nada para darle la oportunidad a nuestros hijos a regresar a dormir por sí mismos, a unir ciclos de sueño sin intervención.
Si no probamos, si no damos la oportunidad a nuestros hijos a lograrlo jamás sabremos si son capaces de hacerlos. Busquemos no interrumpir su sueño, no agregar ningún estimulo que genere que sus niveles de consciencia crezcan y puedan llegar a despertar.
4. Llevarlo a la cama por agotamiento en lugar de hacer una decisión consiente.
Cuando estamos agotados, no pensamos - reaccionamos, tomamos las desiciones de una manera inconsciente, sin pensar más allá del ahora. Es por eso que muchas familias nos cuentan que para solucionar sus noches llevan a sus pequeños a dormir con ellos.
El problema no es esa noche, son las 456 noches siguientes, un pequeño bebé puede llegar a crearse un hábito y una asociación de sueño mucho más rápido de lo que pensamos.
Les quiero pedir que todas esas noches donde reaccionamos para dormir 1 hora más, pensemos en las 456 noches que seguirán, en el mensaje que estamos dando a nuestros hijos con nuestras acciones. Pensemos en todas esas parejas que llevan durmiendo con sus hijos meses o quizá años, sean conscientes de la decisión que están tomando y cómo esta puede afectar mañana. Decidan invertir tiempo en crear buenos hábitos de sueño.
5.Permitir demasiado sueño de día por falta de rutinas
Muchas veces lo hemos dicho: para dormir bien de noche es indispensable dormir bien de día, entonces ¿porqué demasiado sueño de día interfiere con las noches?
1) Alimentación para bebés de menos de 6 meses: si dormir de más significa saltarse una toma completa durante el día, te la pedirá durante la noche.
2)Siestas de más de 3 horas por la mañana que interfieran en la siesta de la noche y posterior en la hora de dormir.
3)Siestas muy cercanas a la hora de dormir que interfieran en el sueño nocturno.
Y así hay muchas otras combinaciones.
Es muy importante el sueño de día, pero hay que apoyarnos en él para lograr noches sin interrupciones con sueño profundo y restaurativo.
6. No permitir a nuestro hijo aprender a auto-controlarse
Si cada que nuestros hijos experimentan un mínimo grado de estrés, o incomodidad nosotros intervenimos y les resolvemos el problema, (en este caso los hacemos dormir), jamás aprenderán a relajarse y bajar sus niveles de ansiedad para lograr conciliar el sueño.
Es nuestra responsabilidad de padres, tener paciencia y permitirles aprender, apoyándolos si, pero no haciendo el trabajo por ellos.
OJO que esto no es sólo hablando de sueño, temas de alimentación, juego y límites aplican también.
7. No coordinar horario de comidas y siestas
Es hora de comer y se quedó dormido, igual a siestas cortas e interrumpidas por hambre. Tiene hambre y por eso no concilia el sueño, mismo problema.
Por eso son tan importantes las rutinas!
8. Asumir que dormir tarde es igual a despertar tarde.
Este es básico! Y es el mito más grande del mundo, la hora de despertar está regulado por el reloj biológico que a su vez se regula por el sol y como el sol no se desveló 🤷🏽♀️. Quizás tú baby te regala unos cuantos minuto extras, pero jamás recuperará las horas de sueño perdidas creando hiperactividad en el día!
9. Cambiar de cuna a cama demasiado pronto
Este es uno de los errores más comunes, y más ahora con la moda de las camas montessori. Un pequeño menor a los 3 años no esta listo para estar en la cama de un niño grande ya que no es capaz de entender las “reglas de sueño” es decir, que debe permanecer en su cama a la hora de dormir.
¿Qué tal les pareció útil la información? Cuéntenos qué opinan, qué errores agregaría y cómo se les dificulta lidiar con ellos!
Besos,
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